Por Felipe Vega, fundador y director de CECANI Latam, empresa de capacitación para asociaciones civiles y otras figuras no lucrativas.
El burnout o agotamiento laboral es un fenómeno que incide en la baja productividad, rotación de talento y resquebrajamiento de la reputación corporativa. Durante mucho tiempo permaneció ignorado en las políticas y prácticas empresariales, pero hoy se considera prioritario desarraigarlo para ganar participación de mercado y ganar credibilidad en los distintos públicos.
Estas son seis acciones claves para minimizar o desaparecer sus perniciosos efectos en el trabajo:
- Fomentar una cultura organizacional saludable. Es decir, una cultura que promueve el respeto, inclusión y la comunicación abierta.
Una cultura organizacional saludable incluye el reconocimiento constante del esfuerzo y la dedicación de los empleados. Implementar programas de agradecimiento y celebrar logros fortalece el sentido de pertenencia y motivación, factores que disminuyen la probabilidad de desgaste emocional y mental.
- Implementar horarios flexibles y promover el equilibrio vida-trabajo. Una de las formas de prevenir el burnout más efectivas es ofrecer a los colaboradores flexibilidad para manejar sus horarios y responsabilidades personales. La RSE orientada al bienestar debe incluir políticas que permitan a las personas equilibrar su vida profesional con la personal, así como favorecer su salud mental y física.
El trabajo remoto o híbrido es una estrategia que permite reducir el estrés y mejorar la satisfacción laboral.
- Capacitar en gestión del estrés y autocuidado. Desde la RSE, la formación en habilidades para la gestión del estrés es un pilar esencial para prevenir el burnout. Capacitar a los colaboradores en técnicas de relajación, mindfulness y manejo emocional les proporciona herramientas prácticas para afrontar situaciones de alta demanda sin comprometer su salud.
- Promover espacios de diálogo y apoyo emocional. Crear espacios seguros donde los empleados puedan expresar sus preocupaciones y emociones es otra de las formas de prevenir el burnout desde la RSE. Esto puede incluir grupos de apoyo, asesorías psicológicas o charlas con expertos en salud mental.
- Establecer límites claros en las cargas laborales. La sobrecarga de trabajo es una de las causas más comunes del burnout. Por ello, la RSE debe promover políticas que definan claramente las responsabilidades y eviten jornadas excesivas.
- Incentivar pausas activas y tiempo de desconexión. Incorporar pausas activas durante la jornada laboral favorece la desconexión mental y la relajación física, factores clave para prevenir el burnout. Se pueden impulsar iniciativas que promuevan ejercicios, estiramientos o breves momentos de meditación, mejorando la concentración y reduciendo el estrés.