Superan dispositivos inteligentes a la población mundial en una proporción de tres a uno

 

  • Los consumidores interactúan con más de 23.1 mil millones de productos inteligentes.
  • La falta de manuales de uso en español afecta la experiencia del usuario y puede derivar en fallas por mal uso.

 

En la actualidad, los consumidores en el mundo interactúan con más de 23.1 mil millones de productos inteligentes, superando a la población mundial en una proporción de tres a uno. Desde relojes y televisores inteligentes hasta asistentes de voz y automóviles conectados, estos dispositivos buscan facilitar la vida cotidiana. Sin embargo, su uso adecuado y seguro depende de información clara y accesible para los compradores.

Además, el crecimiento del comercio electrónico ha cambiado la manera en que los consumidores adquieren estos productos. Según Statista, en México, el 98% de los compradores en línea usa smartphones, el 76% laptops, el 56% computadoras de escritorio y el 47% tablets. Sin embargo, la compra digital elimina el contacto directo con asesores que puedan resolver dudas, lo que deja a los consumidores sin acceso inmediato a información clave sobre el producto.

Los principales problemas reportados por los consumidores incluyen fallas en el funcionamiento, incumplimiento de garantías, defectos de fábrica, retrasos en la entrega y dificultades para cambios o devoluciones. No obstante, muchas de estas situaciones podrían prevenirse si los productos incluyeran manuales de uso claros y en español.

“Si no tienes cuidado en la compra, tu dinero podría acabar en la basura. Un aspecto fundamental que muchas veces se pasa por alto es la disponibilidad de manuales y guías de uso en el idioma del consumidor”, advirtió Carlos Pérez, director general de NYCE.

Según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el manual de uso es un derecho del consumidor. Su ausencia no solo limita el aprovechamiento adecuado del producto, sino que puede generar fallas por mal uso, accidentes domésticos o la invalidez de la garantía. Además, representa una barrera significativa para adultos mayores o personas con conocimientos técnicos limitados.

En el marco del Día Mundial del Consumidor, es vital reflexionar sobre la importancia de exigir productos con manuales y garantías claras. La información accesible y en nuestro idioma no debe ser un privilegio, sino un requisito básico que garantice la seguridad, eficiencia y durabilidad de los productos.

Más allá de la tecnología y la conectividad, lo esencial es que cada consumidor tenga la certeza de que está adquiriendo un producto seguro y respaldado por información clara. Porque un consumidor informado es un consumidor con poder.

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